FAROL DE DALPORT

Nada ha cambiado en el Valencia y nada va a cambiar a pesar del ruido que hizo ayer el representante de Dalport, Víctor Vicente Bravo en la Junta de Accionistas. Podría decirse que Dalport no hizo más que ejercer su derecho al pataleo. Poco más puede hacer. Victor Vicente Bravo amenazó ayer ante los accionistas del Valencia con acudir a los juzgados mercantiles y hasta con ir al Banco de España para que acredite si es legal el préstamo que Bancaja le ha dejado a la Fundacio del Valencia y con el que se ha completado y cerrado la ampliación de capital que hace que lo que él compró en el mes de julio ahora no valga nada, es decir, que su 50,3% del capital social del Valencia es ahora un 5% que no sirve para gobernar. Fue sin duda el momento culminante de una Junta de Accionistas que, por otra parte, se celebró a petición de la propia Dalport. Pero hubo más momentos, como la llegada de Víctor Bravo al Complejo La Petxina para acreditarse como accionista del club. Se cruzó entonces con el consjero del Vlencia José Antonio García Moreno que le preguntó: «¿Por qué has venido?». La respuesta de Bravo fue clara: «Porque el Valencia también es mío». Y eso hizo poco después ante los accionistas presentes, postularse como el legítimo propietario del CLUB. ¿En qué se basó? En que compró el 50,3 de las acciones del Valencia, —las de Soler, Soriano y el grupo de accionistas que aglutinó Vicente Silla— y que la ampliación de capital que convierte ese 50,3% en un 5% no es del todo correcta. Eso dice él.Tal vez por ello el representante legal de Dalport, José Conejo Alba, requirió toda la información sobre la ampliación de capital, lo que le da una semana de plazo tiene el Valencia para mostrarle todo lo que ha pedido. La respuesta del Valencia es que en términos mercantiles la ampliación de capital es una realidad irrefutable, tal y como señaló el consejero y presidente de la Fundacio Társilo Piles: «El capital social adquirido por la Fundacio suscrito, firmado, desembolsado y comprado».El discurso de Bravo fue pobre, en la forma y en el fondo, porque muchas preguntas sin respuesta quedaron en el aire: Si anuncia que tenía 500 millones de euros ¿por qué no depositó 46 en la ampliación para seguir siendo el dueño si esos 46 habrían ido a la caja de una empresa, el Valencia, que seguiría siendo suya? También fue pobre y poco convicente cuando aseguró que Dalport iba a traer al Valencia «seis jugadores de primer nivel a préstamo» y que durante dos semanas hubo 200 millones de euros esperando para entrar en el club, «pero nadie pone dinero para que gobierne un tercero. Dalport es un instrumento de uso para comprar acciones, ya que detrás hay una empresa madre para afrontar un proyecto de futuro para el club. Vinimos para estar diez años y lo vamos a demostrar». El peor momento lo vivió Bravo cuando habló del AVE y de la conveniencia de hacer en Valencia un hotel de siete estrellas, ante lo cual los accinionistas no pudieron más que reir y Llorente contestarle: «Señor Bravo, no necesitamos que venga nadie de fuera a decirnos lo bonita que es nuestra tierra...».

DOCUMENTOS

El consejo tiene 7 días para responder a estas exigencias de Víctor Vicente Bravo.

1) Acta de la Junta General en que se aprobó la ampliación de capital del Valencia (7 de junio de 2009)

2) Acuerdos del Consejo de Administración en que se ratificó la ampliación. (17 de junio de 2009)

3) 1ª Fase de la ampliación. Certificaciones de la suscripción de acciones entre el 8 de julio y el 21 de agosto de 2009.

4) Suscripción preferente. Comunicación a los accionistas del plazo de suscripción preferente de acciones en la primera fase.

5) Capital en la primera fase. Cantidades cubiertas en la primera fase de suscripción preferente.

6) Fundación Valencia CF. Certificación del número de acciones que tenía la Fundación, las que tiene ahora y cómo las ha suscrito.

7) Patronato de la Fundación. Acta de la reunión en que se aprobó la compra de acciones.

8) Registro de la ampliación. Copia de la inscripción de la ampliación en el registro el 26/8/2009.